Educación,
tarea de todos
Carlos Martínez Leal
Si revisamos la situación de la
educación a nivel mundial, veremos la correlación entre educación y desarrollo,
y no podría ser de otra manera, pues lo que distingue al hombre del mundo
animal es su capacidad de aprender, de conocer y por lo tanto de transformar es
decir: el pensar
Así vemos como desde Dinamarca
que invierte el 8.7% de su Producto Interno Bruto (PIB) en educación tiene un
Índice de Desarrollo Humano (IDH) de
0.900, hasta Uruguay que invierte 4.36% en educación y tiene un IDH de
0.793. En nuestro país, lo que se invierte del PIB en educación es de 5.2% y su
IDH es de 0.822; si lo vemos ahora en nuestro estado, del PIB se invierte un 3.1%
en educación y el índice de desarrollo es de 0.837, que está por arriba de la
media nacional 0.746; sin embargo si nos vamos a ver el IDH a nivel de
municipios, vemos que solo dieciocho de los municipios se ubican en la franja
de desarrollo alto, el 41.8% y el 58.2% restante en la franja media de
desarrollo, agrupando a 25 municipios. Lo cierto es que dicha medición es
engañosa, pues si bien entre los 18 se encuentran: Abasolo, Jiménez,
Xicoténcatl, Guerrero, Camargo, Rio Bravo, Valle Hermoso, Altamira, Gustavo
Díaz Ordaz, El Mante, Mier, Miguel Alemán, Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo,
Victoria, Tampico y Ciudad Madero; al ver los parámetros que se toman en cuenta
y se ponderan para medir el grado de progreso, vemos que son:
a).- Una vida larga y saludable
medida por la esperanza de vida al nacer, b).- La educación medida por la taza
de alfabetización de adultos y la taza bruta de matriculación combinada, así
como c).- el nivel de ingreso.
Esto es importante saberlo porque
en la mayoría de estos 18 municipios y en los demás el problema de la
inseguridad ha hecho estragos en estos parámetros sobre todo entre la juventud
de origen humilde que al no tener una expectativa de desarrollo en nuestro
país, -pues antes su vida se concretaba a terminar la telesecundaria en sus
ejidos o en sus colonias marginadas y al terminar emigraban hacia los Estados
Unidos de Norteamérica (E.U.), ya que en él se encontraban sus familiares, padre o hermano,
primo, tío, amigo, paisano, etc.; y ya les tenían un “trabajo”-, sin embargo eso
se acabó de manera tan repentina como drástica hace unos diez años.
Debido a esto los campesinos, las
madres de familia, los colonos humildes acudieron a solicitar escuelas de Nivel
Medio Superior a los gobernantes que les ayudaran para que sus hijos estudiaran
y ya no se fueran a enfrentar una nueva realidad que a varios los desapareció
para siempre. Ante la negativa de los encargados de la educación tuvieron que
pedir una y otra vez a toda clase de funcionarios sin tener respuesta, hasta
que lograron que el Gobernador escuchara y dispusiera se les apoyara. Es así
como cientos de jóvenes de extracción humilde en edad de estudiar su educación
Media Superior (Bachillerato) pudieron hacerlo. Con un gran esfuerzo y el apoyo
de gobernantes, maestros con conciencia de servicio han logrado egresar a más
de siete generaciones, avanzar en la construcción de sus aulas ya que los
campesinos y colonos lucharon por el terreno y la construcción de los
inmuebles. Aún falta mucho por hacer, sin embargo estos años han demostrado que
es posible lograr la educación media superior, si se involucra a: Gobernantes,
funcionarios encargados de la educación, autoridades municipales, padres de
familia, comunidad en general, alumnos y maestros. Esta gran experiencia les ha
demostrado que pueden luchar y lograr la educación de sus hijos.
Por eso es cuestionable que
funcionarios que van llegando a hacerse cargo de la tarea educativa, sin tomar
en cuenta este gran esfuerzo, utilicen su cargo para empezar a negar el estudio
que con tanto esfuerzo han obtenido jóvenes adolescentes que de no contar con éste
apoyo se habrían perdido y se perderán en el futuro en actividades delictivas
que han hecho derrumbarse a los tres parámetros que ponderan el Índice de
Desarrollo Humano (IDH) a).-Ya no hay para estos jóvenes una vida larga y
saludable, pues su esperanza de vida se reduce entre los quince y dieciocho
años si bien les va. b).-No completan su educación media superior a pesar de que
esta es ahora obligatoria y precisamente fue el legislador tamaulipeco quien la
propuso para que fuera elevado al rango de ley. c).- Estos jóvenes en sus
nuevas actividades obtienen un nivel de ingreso alto, que solo es efímero y que
los conduce en poco tiempo a la tumba o a la muerte en vida.
Gobiernos van y gobiernos vienen
y el problema no se resuelve, por eso el voto mayoritario mando una llamada de
auxilio, un SOS para tener un nuevo gobierno que se emplee en cambiar esta
situación. Hay empleados que dependen del Lic. Pablo Cantú Hinojosa,
Director General del Colegio de
Bachilleres de Tamaulipas (COBAT) que le hacen un flaco favor al C. Gobernador del
Estado Lic. Francisco J. García Cabeza de Vaca, al iniciar un ataque sin tregua
a quienes con el esfuerzo de años, y que a pesar de funcionarios burócratas,
lograron con la sensibilidad de gobernantes preocupados, mostrar un camino para
enfrentar e ir resolviendo el problema educativo de sus hijos, esto en una
formula sencilla y obvia: ¡la educación es tarea de todos!.
Por este medio pedimos al C. Lic. Pablo Cantú
Hinojosa el apoyo necesario para que los jóvenes humildes del Altiplano
tamaulipeco y de la Sierra Chiquita puedan continuar con sus escuelas logradas
en una lucha sin par. Y al C. Gobernador del Estado su intervención para que lo
logrado por la lucha del pueblo en estos años aciagos siga avanzando y se
cumplan así las expectativas creadas por su gobierno, y el pueblo organizado
que busca incansable los caminos de su mejoría de vida encuentre quien los
escuche, y de esta manera tengan comprensión y apoyo por quienes prometieron
impulsar un cambio en el estado, y sobre todo en la educación, pilar
fundamental del desarrollo.