Esta mañana cuando salí de la sesión pública del Cabildo victorense, me topé con una escena dramática que refleja el sufrimiento que padece la sociedad capitalina. Una mujer se le acercó a Luis Torre Aliyán, el síndico del ayuntamiento, y sólo le hizo una petición: queremos agua.
Yo pensé que el funcionario le iba a sugerir que fuera a ver al alcalde, pero no, y eso me llamó la atención.
La mujer de unos 80 años quizás, no sabía quién era él, lo único que pudo percibir fue tal vez la formalidad de una imagen pública que define a los hombres del poder: saco sport, camisa sin corbata, y zapatos lustrados. Estos elementos le sirvieron a ella para formular un juicio de valor y construir una personalidad; algo a lo que nosotros llamamos la primera impresión, partiendo de la apariencia.
Yo estoy seguro que la mujer sintió hasta cierto alivio cuando vio la disposición del político, porque no le dijo que no, al contrario, le pidió su dirección para resolver de manera urgente la falta de agua potable.
La señora vive en una de las etapas de la colonia Azteca, en la capital del estado, y al igual que la Vamos Tamaulipas, La Tomás Yarrington, La Enfermeras, La Echeverría, y muchas otras, que no tiene agua.
El tema de la falta de agua potable en Ciudad Victoria, es un asunto que trae enloquecidos a los victorenses, porque nunca como ahora se sufre tanto la falta de este importante elemento, incluso un grupo de vecinos fueron hasta el Congreso la semana pasada a gritarle a los diputados, sí, a gritarle a los diputados, para que resuelvan la falta de agua potable.
Cuando se despidieron, la señora se apresuró para alcanzarlo y preguntarle quién era él, «¡hay!, hijo muchas gracias «
La señora se fue contenta, porque sintió que al menos alguien la había escuchado, claro, no era eso lo que buscaba, pero al menos no la mandaron a otra ventanilla. Yo espero que el síndico Luis Torre Aliyán cumpla lo que le prometió a la señora de la Azteca, porque le dijo que la primera acción es resolver al menos la falta de agua y le dijo que enviaría pipas cisterna para que tuviera agua ya, mientras se revisa de fondo este tema.
Creo que los victorenses no pueden seguir así, ¡algo se tiene que hacer! no es posible que sigan batallando mientras se despilfarra el dinero en campañas políticas.